El año litúrgico es el seguimiento, durante todo un año, comunitariamente, como Iglesia, de la salvación de Dios realizada por medio de Jesucristo.
El domingo era el día en el que celebraban la Eucaristía, y vivían la experiencia comunitaria de la presencia del Señor.
Se empezó a sentir la necesidad de celebrar, en los mismos días de la Pascua judía, el aniversario anual de la muerte y la resurrección de Jesús
Constantino promulga su edicto dando libertad a la Iglesia y cerrando así la época de las persecuciones, será el momento a partir del cual el año litúrgico se irá desarrollando de manera definitiva
PBRO. HUGO CORTÉS SEPÚLVEDA
Delegado de la Pastoral Litúrgica
Desde la delegación de Pastoral Litúrgica de nuestra Diócesis de La Dorada-Guaduas queremos ofrecer unos lineamientos de lo que entendemos debe ser una verdadera presentación y proyección de la Liturgia a nivel diocesano.
En primer lugar, comprendemos que la Liturgia no sólo se refiere a los ritos o a las rúbricas (normas) que hay que seguir en determinada celebración, sino que ella nos viene dada de lo alto como don, para recibir del Señor su misericordia y salvación. En este sentido, la Liturgia es actualización del Misterio Pascual de Cristo quien siempre viene para comunicarnos la obra de la redención. Por ejemplo, cada celebración de la Eucaristía será siempre una renovación del sacrificio de Cristo en la cruz quien en un acto de entrega total a la voluntad del Padre no se reservó nada para sí, sino que se entregó por amor y absolutamente para redimirnos. En consecuencia, nadie puede creer que es “dueño” de la Liturgia, pues la Iglesia es la depositaria de los misterios de la salvación y como hijos obedientes hacemos lo que ella nos pide en este sentido. Para ello, la Iglesia a lo largo de los siglos ha ido estructurando todo un aparato litúrgico expresado en los distintos rituales y libros para sus celebraciones. Desde la delegación hemos animado a que todas las parroquias tengan sus respectivos libros litúrgicos para lograr así unas celebraciones en sintonía con el querer de nuestra Madre y Maestra la Iglesia. En nuestra Iglesia particular de La Dorada-Guaduas entendemos que el primer “liturgo” es el Señor Obispo. Hoy por hoy nos preside Mons. Hency Martínez Vargas quien es el Sumo Sacerdote de la grey que se le ha confiado. Por tanto, él es quien regula toda la Liturgia diocesana y quien nos brinda, sobre todo, en las celebraciones que preside, un auténtico testimonio acerca de cómo hemos de vivir nuestro encuentro con el Señor a través del Ars Celebrandi. Esta delegación está atenta a colaborar con el Pastor diocesano en este sentido. Finalmente, estaremos atentos a ofrecer subsidios que nos ayuden en la formación y espiritualidad litúrgica de modo que podamos seguir el curso del Año Litúrgico participando en las celebraciones de forma consciente, plena, activa y fructuosa.
El siglo IV tiene lugar también la incorporación de las fiestas de la Navidad y la Epifanía
Con el Adviento, pues, queda completado el ciclo de los tiempos litúrgicos que denominamos “fuertes”.
Además de los tiempos litúrgicos, dentro del año litúrgico encontramos también otro nivel de celebraciones, que son las fiestas de la Virgen y de los santos
El movimiento litúrgico que ya desde el siglo XIX se abrió paso en la Iglesia llevó a cabo una inmensa tarea de concienciación de cara a recuperar estos aspectos más centrales y originarios de la liturgia cristiana